
Sabiduría Prehispánica

Tonalli y Nahualli
Extraordinaria conjunción dejan los aztecas en los veinte días del mes, pues además de la cuenta de los días y de regir sus destinos religiosos y agrícolas, nos indican el camino a seguir, el trabajo que habremos de llevar a cabo para la Autorrealización Íntima del Ser. Los aztecas en los 20 días, igualmente, nos revelan la misión que debemos realizar internamente para liberarnos y convertirnos en seres humanos íntegros.
Los nahuas tenían conocimiento sobre todas las cosas, tanto del espíritu como de la materia y la misma naturaleza. Eran profundamente respetuosos con todo lo que les rodeaba, tanto lo visible como lo invisible.
El calendario mexicano ritual o sagrado constaba de 260 días, llamado Tonalamatl, el cual no corresponde a un ciclo natural de tiempo, sino a una serie de actitudes humanas y sucesos o acontecimientos cósmicos, naturales y humanos interrelacionados entre sí.
La palabra «nahual» proviene del término «nahualli», cuyo origen es discutido y su significación polisémica, al punto que ya desde el siglo XVI, autores como Hernando Ruiz de Alarcón o Jacinto de la Serna propusieron diversas posibles etimologías para el término. Entre las diversas teorías que se han propuesto sobre su origen en encuentran:
Como proveniente del verbo «nahualtía», que significa «esconderse, ocultarse», al que Ruiz de Alarcón traduce también como «disfrazarse» o «rebozarse», esto es, cubrirse con un rebozo. Sin embargo, Alfredo López Austin se opone esta interpretación.
Con origen en el verbo «nahuali / nahuala», que evoca la idea de «engañar, disimular». Las construcciones con este verbo se encuentran relacionadas con la astucia y la sorpresa, aunque se ha opuesto la hipótesis de que en todo caso denotan la idea de actuar o hacer las cosas la manera de un nagual.
